Fortalecer la imagen de una ciudad pasa por desarrollar acciones tendientes a garantizar estabilidad, calidad de vida y sostenibilidad.
Para ello los planes de desarrollo formulados por los líderes de la ciudad junto a su equipo técnico, deben brindar opciones que vayan generando la construcción y aplicación de acciones que produzcan resultados, es pensar que ciudad queremos y aspiramos para los próximos 50 años, esto implica una ciudad con servicios básicos de nivel, con infraestructura adecuada, con vías y red de transporte adecuado, con información sobre lo que se ofrece en educación, sobre su red de salud, y muy importante informar de sus actividades económicas, listado de empresas e industrias, actividades culturales, deportivas y todo lo vinculado a lo que la ciudad puede ofrecer para hacerla atractiva a nuevas inversiones y al turismo.
Una ciudad competitiva debe estar centrada en un liderazgo que piense en la gente como su centro principal de actividades.
Según cifras de las naciones unidas, se espera que para el año 2050 el 68% de la población en el mundo vivirá en centros urbanos, esto obliga a que el liderazgo de una ciudad se centre en hacerla atractiva, vivible, con espacios para la recreación, con actividad cultural y muy importante elevar la calidad de vida y que la gente sienta sentido de pertenencia, amor por el lugar donde habita.
Los retos urbanísticos deben estar acompañados de acciones que permitan que la ciudad pueda atraer inversiones, con políticas tributarias que incentiven y acá es importante que su política tributaria sea dada a conocer a modo de despertar el interés en las inversiones, así como contar con una unión del sector privado con el público, uso eficiente de sus recursos y ser una ciudad modelo en la gestión de acciones orientadas a consolidar su red de servicios, tener y retener a la gente con talento de modo que estén a disposición y al servicio de las acciones públicas que hagan de la ciudad, un atractivo para la inversión, ciudadanos con bajo nivel migratorio y una generación de ciudadanos con sentido y amor por lo que hacen.
Los indicadores de inseguridad deben ser dados a conocer, igualmente los datos de un catastro social que identifique espacios urbanos, y necesidades básicas de los ciudadanos los cuales deben ser permanentemente evaluados y ser incorporados en los planes de desarrollo local.
Sentir que se vive para el trabajo, el disfrute, la recreación con permanente vida cultural, esto implica transparencia, aplicación de acciones donde lo principal sea acciones para la gente y por la gente.
Dr. José Gregorio Figueroa.
Twitter: @figueroazabala.
Email: figueroazabala@gmail.com
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